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2009

Nueva Etapa

Llevaba mucho tiempo con ganas de dar el salto de mi antiguo blog en blogger a wordpress en un hosting propio.

Uno de los motivos por los que estaba escribiendo tan poco en el viejo blog, era que reservaba entradas para la nueva etapa en la que entro. A partir de ahora escribiré más a menudo, los contenidos seguramente serán algo más de ámbito informático, pero seguiré escribiendo alguna cosa sobre cooperación, comunicación, tercer sector, y cualquier otra cosa que se me ocurra.

El nuevo todavía no está listo, tengo que cambiar la plantilla, reordenar las categorías y las etiquetas, escribir el «about», pero poco a poco iré contando esos cambios.

Os animo a que agregueis este feed a vuestro lector de blogs favorito, porque creo que no quedareis decepcionados.

Las patentes son barreras

Hay un gadget nuevo en la ciudad, se llama Palm Pre y tiene una pinta increíble para los amantes de este tipo de inventos. Apple y su iPhone le han visto las orejas al lobo así que no han dudado lo más mínimo

no nos preocupa la competencia, pero si alguien vulnera nuestra propiedad intelectual, iremos a por ellos.

Pero Palm, perro viejo en este juego tiene clara la respuesta, ya ni siquiera los CEO se mueven en el terreno de lo politicamente correcto y reconocen a las claras que uso dan las grandes compañías a las patentes:

The reason you do that is to have a defensive position. It’s like two little porcupines going around, and you don’t want to touch each other because you might get stung. You peacefully coexist and everything’s OK and you keep working together. We’re very respectful about people’s intellectual property, we believe we’re huge innovators and have been for a lot of years and that this product has an enormous number of innovations in it. If something does happen there, we do have the portfolio, we think to defend ourselves and to be successful doing that. But nothing’s happened to date, so we’re really just focused on getting the product out the door.

En resumen, Palm tiene 1500 patentes en su portafolios y si Apple los denuncia seguro que encuentran alguna que algún producto de Apple incumple.

Este es sólo un ejemplo más del uso real que se hace de las leyes de propiedad intelectual, pero merece especial atención dado que lo habitual es oír a los CEO hablando de como las patentes favorecen la innovación, mientras sus abogados se encargan de usarlas como barrera de entrada a nuevos competidores.

Este artículo está basado en el escrito por Noradrex en su bitácora de Barrapunto.

Un juego

Os propongo un pequeño juego. La explicación del porque en un par de días en el siguiente post.

Mañana voy a comer con un par de ingenieros…

El juego consiste en que os imaginéis la escena y luego respondáis a las siguientes preguntas:

  • ¿Cuantos vamos a ir a comer?
  • ¿Que aspecto tenemos?
  • ¿Que vamos a comer?
  • ¿Cuales son nuestros nombres?

No hace falta que contestéis en los comentarios, aunque podéis hacerlo si queréis, si no que dediquéis un minuto a pensarlo y seáis sinceros cuando miréis el siguiente artículo.

No somos nosotros, es el Banco

Y entonces el inquilino se irguió airado. El abuelo tomó la tierra y tuvo que matar a los indios y expulsarlos de allí. Y el padre nació allí y hubo que quitar malezas y matar culebras. Luego vino un año malo y tuvo que solicitar un pequeño préstamo.

– Y nosotros nacimos aquí. Esos que están a la puerta -¡nuestros hijos! nacieron aquí. Y el padre tuvo que pedir un préstamo. Entonces el Banco poseyó la tierra, pero nosotros seguimos aquí, y logramos una pequeña parte de lo que habíamos cultivado.

-Sabemos eso…, todo eso. No somos nosotros, es el Banco. Un Banco no es como un hombre. Ni un propietario de cincuenta mil acres tampoco es como un hombre. Es el monstruo.

– Cierto -gritaba el inquilino-, pero es nuestra tierra. Nosotros la medimos y la surcamos con nuestros arados. Hemos nacido en ella, nos han matado en ella, hemos muerto en ella. Aunque no sea nuestra, sigue siendo buena. Esos es lo que la hace nuestra…, el haber nacido en ella, trabajado en ella, muerto en ella. Eso es lo que hace la posesión, no un papel con números.

– Lo lamentamos, no es culpa nuestra. Es el monstruo. El Banco no es como un hombre.

– Sí, pero el Banco consta sólo de hombres.

– No; se equivoca en ello… Está en un error. El Banco es algo más que un grupo de hombres. Sucede que todos los hombres de un Banco odian lo que hace el Banco, y sin embargo, el Banco lo hace. Le digo a usted que el Banco es mucho más que un grupo de hombres. Es el monstruo. Los hombres lo hicieron, pero no pueden someterlo.

Los inquilinos gritaron. El abuelo mató a los indios, el padre mató las culebras, en bien de la tierra. «Quizá nosotros podamos matar a los Bancos… Son peores que los indios y las culebras. Quizá tengamos que luchar para conservar nuestra tierra, como lo hicieron el padre y el abuelo.»

Entonces los hombres del propietario se encolerizaron.

– Tendrán que irse.

– Pero es nuestra – gritaron los inquilinos-. Nosotros….

– No , el Banco, el monstruo la posee. Tendrán que irse.

[Las uvas de la ira](http://www.amazon.com/gp/product/0142002534?ie=UTF8&tag=httpconocimie-20&linkCode=as2&camp=1789&creative=390957&creativeASIN=0142002534)![](http://www.assoc-amazon.com/e/ir?t=httpconocimie-20&l=as2&o=1&a=0142002534) John Steinbeck. Editorial Planeta. Edición de 1966. Página 44.